El Soviet de Limerick de 1919

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La huelga que iba a precipitar la formación del Soviet de Limerick fue convocada por la muerte de Robert Byrne un republicano y Trade Unionista.

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Byrne había trabajado como telefonista en la Oficina de Correos de Limerick. En enero de 1919 perdió su trabajo. Fue expulsado por asistir al funeral de un volutario de Limerick (John Daly). Algunos días más tarde la casa de sus padres fue tomada por la policía. Byrne fue arrestado y sentenciado a 12 meses de prisión con trabajos forzados por posesión ilegal de un revolver y munición.

En prisión se convirtió rapidamente en líder de los prisioneros republicanos. Allí comenzó una campaña para conseguir el status de prisionero político y otra campaña de desobediencia que provocó que se enviaran refuerzos de policías para luchar contra el motín. Los prisoneros fueron maltratados. Les quitaron sus ropas y calzado. Algunos fueron aislados y alimentados con pan y agua.

En respuesta los prisioneros se alzaron, rompiendo los barrotes (la prensa oficial fue censurada y no se informó de los disturbios)

Finalmente en la tercera semana de febrero, Byrne inició una huelga de hambre. Y se iniciaron las protestas en el pueblo que hicieron que el ayuntamiento protestara a su vez contra el trato a Byrne. (Un informe independiente, censurado, contaba las palizas que los vigilantes daban a los presos y que a algunos de ellos se les privaba de alimentos, y tabaco). Se convocó un mitin público y el consejo de Trades de Limerick (del que Byrne era delegado representando a la oficina de correos) adoptó una resolución y la distribuyó por todo el pueblo en un folleto:

"Nosotros los miembros de Limerick Trades and Labour Council, reunidos en asamblea, protestamos lo más enérgicamente posible contra el trato dado a los presos políticos confinados el la prisión del condado de Limerick, y vemos con gran alarma la inactividad de la justicia y de los servicios médicos".

3 semanas en huelga de hambre, y las autoridades de la prisión, preocupadas, mueven a Byrnes a la sala nº 1 del asilo de Limerick.

El IRA de Limerick decide aprovechar la oportunidad coger moral y para humillar a la autoridad y deciden rescatar a Byrne.

24 hombres del IRA entraron en el asilo, pretendiendo ser visitantes y un grupo de cobertura de 15 se quedó en los pasillos. Sólo uno o dos de la partida iban armados. El conductor tenía que abandonar Limerick urgentemente y en el último minuto un coche funerario fue sustrido del enterrador local, con un ataúd, ropa y un disfraz para Byrne.

Se dispararon varios tipos en el intento de rescate, dejando a un vigilante del RIC muerto, y a Byrne mortalmente herido. Se le llevó a un refugio para trabajadores cerca de Meelick en Co. Clare y esa misma noche murió.

Las autoridades sometieron a estrecha vigilancia a la casa y cuando Mrs Byrne, su madre y 4 mujeres más llegaron fue arrestada así como la mujer de John Ryans, dueño de la casa, sirvientes ambos. En las semanas posteriores fueron puestas en libertad.

Como muestra de respeto la reunión del Limerick Trades and Labour Council guardaron varios minutos de silencio. Llegaron a la siguiente resolución:

"Que se debe enviar un voto de condolencia a Mrs Byrne por la muerte de su hijo, quien por causa de su auto-determinación como todo irlandés, fue asesinado por los satélites de la tiranía inglesa aquí en mitad nuestro"

Se declara area militarizada

El lunes siguiente al tiroteo, la mayoría de Limerick y parte del condado fue declarado Area Especial Militar bajo la protección del Acta del Reino.

El río Shannon fue designado como límite norte del área militarizada, con el resultado de que un gran barrio de clase trabajadora fue cortado del resto de la ciudad. Los obreros de ahí tenían que atravesar los controles militares 4 veces a día según iban al trabajo. Entre 5000 y 6000 personas se vieron afectadas por esta medida. Además dos de las más grandes fábricas de la ciudad, de leche y otra de mantequilla de Cleeves las dos (empleando 600 trabajadores) y la destilería Walkers Distillery fueron también cortadas del resto de la ciudad. Esto también quería decir que el suministro de leche a la ciudad quedaba interrumpido.

Los que necesitaban permisos tenían que ir a las oficinas del ejército con una carta del sargento local de la policía que certificase la lealtad a la corona. Así conocidos republicanos no pudieron conseguir permisos y no podían ir al trabajo.

Además la gente podía ser encerrada con la simple sospecha de haber cometido un crimen. Para añadir más leña al fuego los costes de llevar al ejército allí se los hicieron pagar a los vecinos de la ciudad.

La mayoría de los que estaban el en funeral de Byrnes fueron llevados a una milla del pueblo.

El sábado antes de la huelga los trabajadores de Cleeves rechazaron una oferta de las autoridades de suministrarles permisos para la siguiente semana. Algunos sugirieron más tarde que la decisión de los trabajadores de Cleeve de ir a la huelga el lunes forzaba al Limerick Trades and Labour Council a hacer lo mismo. Un informe confidencial de la época decía que la huelga tuvo sus orígenes entre el gran número de trabajadores del Sinn Fein de la fábrica.

El domingo, Domingo de Ramos, delegados de las 35 uniones afiliadas al cosejo de Trades se reunieron para considerar la situación. Después de 12 horas de discusión, el consejo decidió unánimemente convocar una huelga general en todo Limerick contra la proclamación del área militar en la ciudad. Con el apoyo de los tipógrafos, se pasaron trabajando toda la noche en la proclamación de la huelga. En dos horas las paredes de la ciudad estaban cubiertas con la noticia. John Cronin delegado de la Sociedad de Carpinteros fue elegido portavoz del comité de huelga. Los huelguistas también eligieron subcomités para hacerse cargo de la propaganda, finanzas, alimentos y vigilancia- una temprana indicación de que pensaban hacer una larga huelga.

Todos a la calle; Comienzo de la Huelga

A pesar de la repentina convocatoria, casi todos los trabajadores la siguieron y practicamente cada sector de la industria paró y todos los negocios permanecieron cerrados. Incluso los pubs cerraron.

Para no perder la mercancía perecedera, ciertas industrias tales como la del bacon y la carne condensada les fue permitidas permanecer abiertas.

Los trabajadores de la fábrica Cleeves se unieron a los panaderos y carniceros con varios miles de obreros y se lanzaron a la calle. Entre todos había unos 14.000 obreros fuera.

Los piquetes visitaron todos los hoteles y les instaron a cerrar, también cerraron los restaurantes. Algunos cines fueron autorizados a abrir, en sus puertas ponía: "abierto por la autoridad del Comité de Huelga".

Cualquiera que necesitase comprar ropa tenía que conseguir un permiso especial del subcomité encargado de ello.

No se enviaron las mercancías para Limerick desde North Wall en Dubin ni aceptadas en Knightsbridge, por los miembros de ITGWU una vez se supo que no podría ser manipuladas en Limerick.

Alimentando al pueblo

El primer problema al que tuvieron que enfrentarse los huelguistas fue el de alimentar a los 38.000 habitantes de Limerick. El comité pasó todo el lunes organizando la distribución de alimentos. El comité se dividió en dos secciones, una para recibir la comida y otra para repartirla. Se dieron cientos de permisos especiales permitiendo a las tiendas abrir y ser abastecidas entre las 2 y 5 de la tarde. Por la noche, para asentar su autoridad, el comité de huelga ordenó a los panaderos la vuelta al trabajo. Al informar de esto, el Irish Times se refirió al comité de huelga como 'soviet' local.

El precio de la comida fue estrictamente controlado. Se colocaron carteles con listas de precios para los alimentos básicos. Los piquetes que llevaban chapas distintivas patrullaban las calles para que ninguna tienda abriera sin permiso y las que estuvieran abiertas no estuvieran saturadas.

A las tiendas o casas no se les permitió repartir pan, la gente debería comprarlo directamente en las panaderías. A través del soviet el suministro de pan fue esencial. Para aseguralo el soviet dio permiso para descargar 7.000 toneladas de grano canadiense en los muelles.

Los problemas con la alimentación fue la primera oportunidad para que aquellos que simpatizaban con la huelga lo demostraran. Los depósitos de comida fueron instalados en Thomonddate porque estaba fuera del area controlada. Un cura católico, Fr Kennedy of Ennis ayudó a organizar a los granjeros del sudeste del condado para suministrar comida a Limerick. Verdaderamente en todo el soviet, la iglesia apoyó los esfuerzos para alimentar al pueblo. En el domingo en las misas de la diócesis de Killaloe, los curas pidieron ayuda para Limerick, diciendoles que contaban con la bendición del obispo. La respuesta incluyó un regalo de 20 toneladas de patatas.

Los granjeros de Clare enviaron patatas, leche, mantequilla, té y azucar que fueron vendidos a un precio considerablemente más bajo que el oficial. La leche se vendió a 4 peniques el cuarto, en vez de los habituales 7 peniques.

No todos los granjeros estaban contentos dando comida en apoyo del comité de huelga, sin embargo muchos no tenían otro sitio al que venderla, no les quedaba otra opción que la de hacer de la necesidad virtud patrióticamente, claro. Parecía que había algo de organización entre el Sinn Fein y sus simpatizantes.

También se traía comida de contrabando.

Combustible

El soviet tuvo más problemas al tratar con los suministradores de combustible. Los tratantes de cabón eran hostiles y rechazaron vender nada.

Dinero

Mientras la mayoría de las Trade Unions estaban preparadas para pagar con dinero normal, una trade union clave, la National Union of Railwaymen (ferroviarios) dejó claro que no lo haría. Para el final de la primera semana, aunque el suministro de alimentos se mantenía, el de dinero no.

Entonces el soviet decidió imprimir su propio dinero que fue aceptado por las tiendas. Un subcomité del grupo de propaganda, consistente principalmente en contables de las grandes empresas supervisó su producción.

El transporte y la producción también fueron controlados, los médicos conseguían permisos de coche cuando era necesario, todos los demás coches fueron sacados de la calle por patrullas obreras.

Un oficial del ejército americano que llegó a Limerick tuvo que pedir permiso al comité encargado para salir del pueblo y visitar a unos parientes de fuera, después de esto dijo:

"Creo que es como un puzzle saber quien manda aquí. Tienes que tener un permiso militar para entrar y ser traido antes de que el comité te permita marcharte."

El soviet fue particularmente eficaz en alimentar y regular los 38.000 ciudadanos de Limerick. No se dio un sólo caso de pillaje, ni un sólo juicio se hizo en las sesiones.

Intentos de acuerdo

El jueves los británicos ofreciernon un compromiso; permitirían a los patronos tener los permisos. Este acuerdo había sido hecho bajo cuerda con los patronos, con el propósito de dividir a la comunidad en jefes y trabajadores. El general trataba a los patronos como intermediarios, para persionar al comité para terminar con el problema.

La oferta era por supuesto inaceptable, en tanto que daba a los patronos el derecho de decidir quién entraba en la ciudad y quién no.

Confrontación

En Caherdavin heights, 1.000 personas se dirigieron al puente de Sarsfield Bridge, controlado por los militares, hubo disparos pero ningún herido, los militares enviaron refuerzos, los delegados pedían entrar en el pueblo pero sin permisos no les dejaban entrar, hubo resistencia pasiva, 50 policías reforzaron el puente, los 1000 buscaban la confrontación.

Después de medianoche algunos cruzaron el río en barco, otros pasaron la noche en el puente, otros en sus casas y otros se fueron a un baile en Temperance Hall de St Munchin, los granjeros de Clare trajeron comida, que cocinaron los habitantes de Thomondgate.

Por la mañana 200 hombres y mujeres marcharon a la estación de ferrocarril, y compraron pasajes para Limerick. En el tren y en la frontera, los militares les pidieron los permisos, como no tenían fueron encerrados en el tren, cantaron canciones de rebeldía. De repente todas las puertas de un lado del tren se abrieron, alguien tenía las llaves, y entre 200 y 300 personas corrieron a la puerta principal con la única oposición del revisor y de la puerta principal a la libertad.

Soldados y policías.

Había diferentes actitudes entre los soldados y la policía, algunos militares saludaban a los huelguistas cuando los veían, en estos tiempos de postguerra muchos soldados tenían puntos de vistas relacionados con el socialismo y las trade unions.

Patrones.

Algunos apoyaban la huelga sobre todo los pequeños comercios y tenderos, muchos de los cuales seguían pagando los suldos a los huelguistas. En cambio las grandes compañías se quejaban constantemente del daño que les estaba haciendo la huelga.

Postura de la iglesia.

Inicialmente la Iglesia apoyó la huelga. Pero conforme pasaba el tiempo, y dado que la situación se parecía cada vez más a la que había provocado los soviets en Rusia y Hungría su postura se volvió más fría y distante.

El Congreso de Trade Union y de Huelga Nacional

En las reuniones con el congreso de Trade Union y con el Dáil. El Dáil no quería que se extendiera la acción de las trade unions. Probablemente no les hacía ninguna gracia tener que compartir el liderazgo de la lucha por la independencia con las Trade unions. De puertas afuera la TU apoyaba la huelga, de puertas a dentro, sabiendo que no contarían, de seguir la huelga, con el respaldo del Sinn Fein para cualquier ventaja, comenzaron a buscar la forma de acabar con la huelga y de salvar la cara.

Johnson, representante del Congreso Trade Union llegó en el Día 3 de huelga y parecía desear un paro nacional en apoyo de Limerick. Esto es ciertamente lo que el comité de huelga esperaba que ocurriese. El comité ejecutivo de la TU llegó una semana más tarde, después de 9 días de huelga y se pusieron a negociar inmediatamente con el comité de huelga.

Algunos "líderes" del congreso objetaban que la constitución no les daba poder para convocar un huelga nacional, sin embago como se dice anteriormente estas objeciones iban más allá de los asuntos constitucionales. Las consecuecias de una huelga nacional provocarían un conflicto revolucionario con el Estado Británico. No sólo no contarían con el apoyo del Dail, el Sinn Fein y el IRA, sino que dudaban del propio apoyo de sus afiliados. Muchos miembros del Partido Laborista no habían olvidado su alianza con el Sinn Fein. Las Trade Unions del norte se opondrían definitivamente a la huelga y había dudas de cómo reaccionarían los trade unionistas y socialistas ante una convocatoria.

Las Uniones Británicas

La mayoría de las uniones importantes, como National Union of Railwaymen tenían su base en Gran Bretaña. La huelga ya había comenzado con críticas de los Trade Unionistas ingleses que creían que era demasiado política. En Irlanda, las ideas sindicalistas habían influido algo al movimiento de trade unions. Éstas se veían como una fuente de poder político. En Gran Bretaña se creía que la política había que dejársela a los partidos políticos, es decir al Labour Party, y la actividad de trade union sólo trataría temas económicos. En la constitución del congreso británico de Trade Union había un estatuto que decía:

Las ramas irlandesas no podrán hacer la huelga en Irlanda, por que nos oponemos al uso de la maquinaria de la Trade Union para fines políticos.

En vez de esto decidieron pedirle al Partido Laborista que enviara al parlamento una petición a los liberales y otras fuerzas para exigir del gobierno que retirase las ley marcial de Limerick.

El rechazo de las trade uniones británicas a apoyar la acción de huelga, fue el fin de la idea de huelga nacional.

Sin embargo se especulaba con la simpatía que un paro no autorizado provocaría entre los emigrantes irlandeses que vivían en Inglaterra.

(El secretario del ILP (Irish Labour Party) y de TUC (Trade Union Congress informaba en agosto de 1919 que los trabajadores irlandeses de Tyneside y Clydeside (Inglaterra) querían organizar y afiliarse al Irish Congress of

Trade Unions)

Plan para evacuar Limerick

Los líderes del congreso tenían la idea de humillar a las autoridades evacuando la ciudad. El comité de huelga rechazó de lleno la idea. Cualesquiera que hubieran sido las dificultades de alimentar al pueblo de Limerick, el buscarles alojamiento y transportarles a otra parte les sobrepasaría. Además era improbale que los patrones y los dueños de las fábricas aceptaran abandonar sus propiedades.

Cuando la iglesia oyó los planes para evacuar la ciudad, se volvió contra la huelga. El día anterior el ejecutivo del TUC se presentaron al comité de huelga con una carta del obispo y del alcalde pidiendo el fin de la huelga. Las autoridades repitieron la antigua oferta de permitir a los patrones asignar los permisos de entrada a trabajadores y clientes. La única mejora consistía en que los pases no serían revisados cuando la gente saliera ni durante los horarios de comidas.

Varios miles de personas esperaron afuera del Mechanics Institute donde tuvieron un mitin para oir lo que estaba ocuirriendo.

Se hizo un anuncio por el que los trabajadores que para trabajar no necesitasen permisos, deberían ponerse ya a trabajar. Otros trabajadores seguirían en huelga habría un congreso especial para discutir posteriores concesiones. El TUC nunca se tomó en serio el tener un congreso especial y nunca se hizo.

Después de 14 días el soviet terminó tan rápido como había comenzado.

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